La humanidad pasa por uno de sus mayores desafíos al afrontar un virus mortífero como lo es el COVID-19.
El miércoles 25 de marzo de 2020 inició el confinamiento por la pandemia de COVID-19 en Colombia.
Han sido momentos muy difíciles a nivel mundial.
Nos hemos dado cuenta de el precario sistema de salud que tenemos, de igual forma, nos dimos cuenta que el coronavirus no conoce clases sociales, no tiene límites y mucho menos es un juego.
Gracias a las medidas tomadas por el gobierno y la OMS para detener la expansión del COVID-19, la curva de contagios ha disminuido y, algunas cosas han regresado a la normalidad sin olvidar las normas de bioseguridad. Otro factor que ha sido de gran importancia para ``la aplanar la curva``, es la vacunación. Para terminar, no podemos dejar pasar por alto la grande labor de los ``héroes de la bata blanca``, ellos lo han dado todo en los centros de salud.
En estos tiempos de pandemia, la atención hospitalaria para los pacientes que no son de COVID-19, no ha sido de muy buena calidad. En mi caso, lo digo por experiencia propia.
Supongo que es debido a la precariedad en el sistema de salud y a la emergencia del COVID-19.
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